Aidan Baker | 2015 | Ecliptic Plane

Drone | Ambient
Una de las desventajas de discografías tan vastas como la de Aidan Baker, es que álbumes como Ecliptic Plane pierden el impacto que con justa razón deberían tener. No es, en todo caso, que la obra del músico canadiense adolezca de falta de calidad; por el contrario, sus trabajos han estado siempre a la altura del talento que ha mostrado desde Element, su álbum debut, y gozan de una consistencia que, más allá de su eclecticismo, da cuenta de un sonido propio y característico. Pero aun en este fértil escenario Ecliptic Plane resalta.
Esta nueva placa vuelve al sonido más hermoso del trabajo de Baker, lo que refleja el regreso de la fórmula minimalista más clásica de su trayectoria: guitarra eléctrica y efectos. Con ello, el álbum marca el retorno a los paisajes sonoros ambientales y meditativos, a las pinceladas sutiles que construyen casi imperceptiblemente murallas sónicas etéreas y ensoñadoras, y a ese espíritu catártico que es uno de los sellos característicos de la mano de Aidan Baker.
Aunque ha habido varios lanzamientos destacados en el intertanto (se pueden mencionar, por ejemplo, Noise of Silence o Liminoid / Lifeforms, o sus imprescindibles discos con Caudal, además de varios con Nadja), sin duda alguna Ecliptic Plane es el mejor álbum de Baker desde The Sea Swells a Bit en 2006, un mérito que no es menor. Así, con su naturalidad, su ataraxia y su alma, constituye una placa que llegó en el momento preciso para celebrar la primera década de la excelente travesía musical del canadiense. Otro álbum perfecto. -IMF

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